La experiencia de recibir algo sin coste, una muestra tangible de lo que una marca puede ofrecer, sigue siendo una poderosa herramienta de conexión. Esta estrategia, conocida como sampling, o muestreo, trasciende su simplicidad inicial para convertirse en un sofisticado acto de marketing relacional. No se trata simplemente de obsequiar un producto; es un gesto calculado que invita al consumidor a una interacción directa, sensorial y memorable. En un mercado saturado de mensajes publicitarios, el acto de tocar, probar o usar un producto de primera mano crea un vínculo de confianza mucho más sólido que cualquier anuncio. Este método, lejos…
Fuente info
Autor: