Recientemente, durante el mes de abril, Coca-Cola volvío a apostar por una de las estrategias de marketing más reconocidas y efectivas de su historia: la campaña “Share a Coke” (Comparte una Coca-Cola). Esta iniciativa, que comenzó en 2011 en Australia y rápidamente se replicó en decenas de países con notable éxito, se ha convertido en un ejemplo de cómo una marca global puede conectar con sus audiencias a través de la personalización y la emoción.Desde su debut, la campaña se ha reactivado de forma intermitente pero estratégica en distintas geografías y momentos clave, no siguiendo un calendario predefinido sino respondiendo…