El reciente gran apagón, además de su impacto económico, ha abierto una reflexión profunda sobre cómo la publicidad, especialmente en su versión digital, ha llegado a inundar nuestras vidas de una manera casi imperceptible. Vivimos en una era en la que estamos constantemente bombardeados por anuncios: desde las redes sociales que conocemos de memoria, hasta los banners que siguen nuestra navegación en Internet, pasando por la publicidad en aplicaciones móviles, televisores conectados y hasta en los dispositivos inteligentes que habitan nuestros hogares. Nos hemos acostumbrado tanto a esta presencia constante que muchas veces ni siquiera somos plenamente conscientes de su…