La promesa de la Inteligencia Artificial, otrora confinada a la ciencia ficción, se ha materializado con una velocidad vertiginosa, sembrando una inquietud profunda en el corazón de la industria publicitaria. La pregunta que antes era un susurro en los pasillos de las agencias, hoy se grita a viva voz: ¿estamos presenciando la inminente obsolescencia de los copywriters, directores de arte y creativos tradicionales, condenados a ser «devorados» por la insaciable eficiencia de las máquinas? La evidencia creciente, respaldada por cifras recientes, sugiere que, quizás, el optimismo de la «transformación» es una fantasía reconfortante frente a una realidad mucho más preocupación,…